DE VOZ LOCAL A IMPULSORES GLOBALES DEL CAMBIO

Abraham de Lucas, un joven de Extremadura, jamás imaginó que un compromiso local podría convertirse en un llamado global a la acción. Su historia es la de alguien que, desde su comunidad, decidió no quedarse de brazos cruzados ante las injusticias que veía a su alrededor. En abril de 2024, sentado en el auditorio de Guadarrama, rodeado de más de 250 jóvenes de América Latina, África y Europa, Abraham fue uno de los protagonistas del IX Encuentro Global de la Red Solidaria de Jóvenes, un evento que se celebró del 5 al 7 de abril bajo el lema “Somos Ciudadanía Global”.

Este encuentro no era simplemente un evento; era el epicentro de un movimiento imparable. Durante tres días, Guadarrama, un pequeño pueblo de Madrid, se transformó en el corazón de un movimiento global donde se compartieron visiones, se forjaron estrategias y, sobre todo, se encendieron las llamas de un futuro mejor. Abraham, como muchos de los presentes, sintió una chispa de inspiración al escuchar las historias de lucha, esperanza y determinación de otros y otras jóvenes que, al igual que él, están decididos a cambiar el mundo.

“Para mí, la Red Solidaria es una herramienta para cambiar el mundo”, declaró Abraham ante sus compañeros y compañeras, hablando del programa de participación juvenil que acompaña Entreculturas en 8 Comunidades Autónomas, con la convicción de quien ha visto cómo una simple idea puede convertirse en el motor del cambio. Él y sus compañeros/as de la Red Solidaria de Jóvenes de Extremadura sintieron la necesidad de alzar la voz, expresando que no estaban solos en su lucha; eran parte de una comunidad global unida por el deseo de transformar las injusticias en oportunidades de cambio.

Antes del Encuentro, un grupo de jóvenes, sus educadoras y educadores de 11 países representantes del  programa de participación juvenil internacional Red Generación 21+ se reunieron en el IV Encuentro Internacional de esa Red.

Este encuentro no solo fue una oportunidad para intercambiar ideas, sino también un espacio para construir conexiones significativas entre jóvenes de diversas culturas y contextos. Durante las sesiones, compartieron sus experiencias, desafíos y visiones sobre el futuro, enriqueciendo el diálogo con sus diferentes perspectivas. Los educadores también desempeñaron un papel crucial, facilitando el aprendizaje y fomentando un ambiente de colaboración. Juntos, sentaron las bases para un compromiso renovado hacia la participación activa y el empoderamiento juvenil, consolidando así la Red Generación 21+ como un referente en la promoción de la voz de la juventud

Durante tres días, trabajaron incansablemente en la creación de un manifiesto que guiará sus esfuerzos en temas cruciales como la igualdad de género, la defensa del medioambiente y la interculturalidad. Este documento no es solo un manifiesto; es la hoja de ruta de un grupo de jóvenes decididos y decididas a dejar una huella positiva en el mundo. 

A través de debates apasionados y colaboraciones creativas, lograron articular un compromiso colectivo que trasciende sus individualidades, convirtiendo sus sueños en un llamado a la acción. Este manifiesto simboliza la unión de sus aspiraciones y la convicción de que, juntos, pueden enfrentar los desafíos más apremiantes de nuestra era, inspirando a otros a unirse en la lucha por un futuro más justo y sostenible

«Este encuentro global fue una de las mejores experiencias que viví a mis 16 años, conocí a personas increíbles que estaban igual de interesadas a cambiar los problemas que existen en sus países, nos llenamos de nuevas ideas y pude ver las cosas desde otra perspectiva.”

Son un testimonio del poder transformador de las juventudes cuando se unen por un propósito común. Las y los participantes regresaron a sus hogares con esa energía y compromiso que los caracteriza y con la misión de mantener viva la chispa del cambio, de seguir encendiendo llamas de esperanza en sus comunidades. Y aunque la historia de cada uno y cada una es única, en red forman un relato colectivo de transformación, uno que continuará escribiéndose en los años por venir.

 

“Me he sentido afortunada de poder conocer a tantas personas tan distintas a mí, pero que al mismo tiempo compartíamos un objetivo: mejorar el mundo.”